LOS PIRATAS DE LA CALAVERA BLANCA
Erase que se era, tres temibles piratas que surcaban los mares Esponjiarios del uno al otro confín.
Los piratas se llamaban Ojoloco que llevaba un parche en un ojo y se encargaba de otear el horizonte en busca de barcos a los que poder abordar; Barbarroja, era el capitán, tenía una barba roja como el tomate y se encargaba de llevar el timón; la malvada pirata Mimisisí que era la más inteligente de los tres y podía descifrar los mapas de tesoros incluso los más intricados. Por último una buena cantidad de grumetes, entre ellosTeté y Mumú, componían la tripulación del barco pirata
al que llamaban Viejo Carcamal.
Un día estando Ojoloco con su catalejo oteando el horizonte, vio de repente una botella que flotaba en la superficie.
- ¡ Capitán, capitán, botella a la vista!
- Grumete Teté, lanza inmediatamente las redes.-dijo el capitán Barbarroja-
Teté cogió la botella y saco un papel que tenía dentro.
-Es el mapa de un tesoro-dijo Mumú.
-Dámelo inmediatamente, -Dijo Mimisisí que estuvo toda la tarde descifrando el mapa.
-¡Está en la Isla de los Micos! _.gritó la malvada pirata cuando por fin lo logró.
-Pongamos rumbo norte –dijo Barbarroja.
-Mientras se dirigían a la isla iban cantando alegremente una canción pirata:
RON RON RON LA BOTELLA DE RON……
-De pronto….
¡Isla a la vista! Gritó Ojoloco.
¡Grumetes echad el ancla! Después
los tres piratas y los grumetes Mumú y Teté
Echaron la barca al mar y llegaron remando a la isla.
Pronto descubrieron porqué se llamaba” Isla de los Micos”.
Nada más llegar a la orilla, recibieron una lluvia de cocos que tiraban los micos y les llegaba de todas direcciones.
_ ¡Socorro, socorro. –decían los piratas.
_¡Auxilio, auxilio. –Decían los grumetes.
Tuvieron que correr y ponerse a salvo en una cueva cerca de los acantilados.
_ ¿Qué vamos a hacer ahora?
_Propongo que vayamos a por el tesoro por la noche cuando todos los micos estén durmiendo.
_ dijo Mimisisí. Y se puso a descifrar el mapa.
_Según el mapa, desde esta cueva hasta el tesoro que está cerca de un cocotero, hay veinte pasos. Esperaron todo el día y cuando todo estaba en silencio, contaron los pasos, cavaron y cavaron,
hasta que por fin encontraron un cofre, se pusieron tan contentos que Barbarroja se subió al cocotero.
Ojoloco abrió el cofre que estaba lleno de libros y juguetes.
Pero entre tanto, comenzaba a amanecer y de repente:
¡Socorro, socorro! _ Gritaron los piratas.
¡Auxilio, auxilio! _Gritaron los grumetes.
Los micos comenzaron a tirarles cocos sin piedad.
_Vamos corriendo, arrastremos el cofre hasta la barca y salgamos de aquí. _Bramó el capitán.
Un coscorrón por aquí, un porrazo por allá, un arañazo mas allá y, muchos, muchos cocos por todas partes. Sin embargo consiguieron llegar a la barca con el cofre y transportarlo hasta el barco sin mas contratiempos.
A salvo en el barco estuvieron todo el día cantando y bailando contentos por el botín conseguido.
Al día siguiente levaron el ancla y pusieron rumbo hacia otra nueva aventura.
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